Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, fue sentenciado a 38 años de prisión por un tribunal de Estados Unidos. El juicio se llevó a cabo en la Corte del Distrito Este de Nueva York, ante el mismo juez, Brian Cogan, que en 2019 dictó la condena de Joaquín «El Chapo» Guzmán. García Luna, quien había sido una figura central en la lucha contra el narcotráfico en México, fue declarado culpable de colaborar durante más de veinte años con el Cartel de Sinaloa, recibiendo sobornos millonarios a cambio de proteger sus operaciones.
El veredicto fue unánime: cinco cargos, entre ellos conspiración para traficar cocaína y participar en una organización criminal. La sentencia de 460 meses, aunque no alcanzó la cadena perpetua que solicitaba la Fiscalía, dejó claro el severo castigo a quien fue, en su momento, uno de los hombres más poderosos de México. “No le daré una sentencia de por vida, pero le dejaré solo una pequeña luz al final del túnel”, declaró el juez Cogan, quien también impuso una multa de dos millones de dólares al exfuncionario.
Durante la audiencia, García Luna negó los cargos en su contra, insistiendo en que era víctima de motivaciones políticas. Su defensa, encabezada por el abogado César de Castro, argumentó que los 20 años de prisión propuestos por ellos serían una pena más que suficiente para alguien que ya lo había perdido todo. Sin embargo, el tribunal no aceptó esta petición, y la condena fue recibida con reacciones mixtas. Manifestantes exigieron castigos más duros, mientras que la defensa de García Luna anunció que apelará el fallo.
El caso ha tenido un gran impacto tanto en México como en Estados Unidos, destacando la complicidad de altos funcionarios en la estructura del narcotráfico. La fiscal del caso, Saritha Komatireddy, subrayó que el Cartel de Sinaloa no habría prosperado sin la colaboración de funcionarios como García Luna, calificando al exsecretario como una pieza clave en la expansión del cartel.
La audiencia estuvo cargada de tensión, marcando un momento crucial en la lucha contra la corrupción en México. La sentencia contra García Luna no solo es un golpe para el narcotráfico, sino también un mensaje contundente para los altos funcionarios implicados en actividades ilícitas. Tras su condena, se espera que otros actores clave del crimen organizado, como Ismael «El Mayo» Zambada, enfrenten juicios similares en Estados Unidos.