Por Adolfo Flores Fragoso.
Alex Morgan acaba de anunciar su retiro del fútbol soccer.
Fue dos veces campeona mundial, también con un oro olímpico y, en diferentes equipos locales, campeona tan en su natal Estados Unidos, y en Francia.
Centro delantera natural, acomodaba sus tiros a gol con las rodillas, sin suavidad: con el talento y la fiereza de las grandes.
Cuando percibía debilidad en su equipo, bajaba a habilitar por las laterales.
Morgan merece cientos de ramos de flores, ahora que se retira por el anuncio de su segundo embarazo.
Es licenciada en Política Económica, escritora de libros infantiles y defensora de los derechos de las mujeres que, por cierto, logró homologar el sueldo de las futbolistas, con el de los futbolistas estadounidenses.
Anuncia que ingresará -por última vez- al césped de las titanes, el domingo próximo, a manera de despedida.
Pero como «es vieja», quién sabe si algún canal transmita su último partido.
Una atleta que podría ser ejemplo de muchos deportistas, incluyendo a ciertos futbolistas guapos, pero chafas, de cierta selección que no quiero recordar su nombre.