En un acto con militantes de Morena realizado en la colonia Zavaleta, la exalcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, hizo oficial su intención de buscar la candidatura de su partido a la gubernatura del estado en 2024. Lo hizo apelando a que “es tiempo de mujeres” y asegurando que lo hace con la “dignidad intacta”, pese a los múltiples señalamientos y críticas que arrastró durante su gestión como presidenta municipal de la capital.
Rivera Vivanco, quien en 2021 buscó la reelección y fue derrotada por el panista Eduardo Rivera, argumentó que se necesita un “relevo generacional” dentro del movimiento obradorista. En sus redes sociales publicó un mensaje donde se describe como parte de un equipo “leal al proyecto de nación” y con más de 1,300 personas respaldando su decisión, lo cual, según ella, “inspira esperanza”.
Sin embargo, su anuncio no pasó desapercibido ni por su historial ni por los tiempos. En medio de señalamientos sobre presuntas irregularidades durante su gobierno y recientes enfrentamientos públicos con su sucesor, Claudia intenta reposicionarse en la carrera por la candidatura de Morena, justo cuando otras figuras del partido —como Alejandro Armenta, Ignacio Mier, Julio Huerta y más recientemente María Luisa Albores— también suenan con fuerza para la contienda.
Mientras ella asegura que Morena debe postular a una mujer, diversos sectores cuestionan si su perfil representa realmente una opción competitiva o si se trata de una jugada más dentro de las disputas internas del partido.
La memoria política en Puebla no es tan corta, y la sombra de su administración municipal sigue siendo un punto clave que podría pesar más que cualquier discurso de género o lealtad partidista.