Michael Jordan, astro del basquetbol mundial, sigue demostrando su inigualable poder de convocatoria, incluso ya retirado de las canchas
Michael Jordan, el astro indiscutible del baloncesto mundial, sigue demostrando su inigualable poder de convocatoria incluso años después de su retiro. Una vez más, una prenda utilizada por «Su Majestad» ha roto récords en una subasta, consolidando su estatus como una de las figuras más emblemáticas del deporte.
Este lunes, la casa de subastas Sotheby’s reveló que una camiseta de los Chicago Bulls, que Jordan utilizó durante la temporada 1996-1997, se vendió por la asombrosa cifra de 4.7 millones de dólares. Según los expertos, esta camiseta fue usada en al menos 17 partidos y se mantuvo en manos de un coleccionista privado desde que el equipo la vendió.
Pero las sorpresas no terminaron ahí. Otra camiseta de Jordan, esta vez de la temporada 1988-1989, también encontró un nuevo dueño, alcanzando los 1.1 millones de dólares.
Además de estas prendas icónicas, otro objeto histórico relacionado con el baloncesto fue subastado: la bandera de Estados Unidos que Michael Jordan utilizó para cubrir el logo de Reebok en su camiseta durante la ceremonia de premiación de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Este símbolo de la historia deportiva, firmado por todos los miembros del legendario «Dream Team», fue adquirido por 1.8 millones de dólares.
En total, la subasta de la colección titulada «Colossal – The Ultimate Jordan Collection» recaudó la impresionante suma de 8.5 millones de dólares, una cifra que evidencia una vez más que el legado de Jordan trasciende el ámbito deportivo y ha alcanzado un nivel legendario en el mundo del coleccionismo.
Con cada subasta, los objetos relacionados con Michael Jordan alcanzan precios astronómicos, consolidando su lugar como una de las figuras más valiosas y admiradas no solo en el deporte, sino también en la cultura global. El interés por todo lo que rodea a «His Airness» no parece tener fin, lo que refuerza la idea de que su legado sigue vigente entre las nuevas generaciones de aficionados.
Este fenómeno no solo subraya la magnitud de su carrera, sino también el impacto duradero de Michael Jordan en el imaginario colectivo, manteniendo su estatus de leyenda viva a través de objetos que siguen siendo profundamente deseados por coleccionistas de todo el mundo.