En 2022, Pedro Ferriz de Con, el soberbio y deschavetado hijo putativo de Carlos Alazraky, cuando se disfrazó de periodista cuestionó a Alejandro “Alito” Moreno en varias ocasiones; lo ofendió hasta el cansancio y dijo que nunca podría convivir con un cabrón así.
Hoy, son “hermanitos”.
Pasaron del odio al amor apache.
Las frustraciones de las derrotas consecutivas los unen como animales en celo.
Así se saludan frente a las cámaras de Atypical, la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones.
Ahora, la desgracia política es su desayuno; el no cobrar convenios y moches es su comida; antes de dormir, su cena es adorar al maligno a cambio del fracaso de Claudia Sheinbaum, del gobernador de Puebla, Alejandro Armenta y de todo lo que emane de la cuarta transformación.
Los epítetos agresivos de Ferriz de Con rayan en la demencia.
Le ha mentado la madre al mandatario poblano desde Houston donde reside; inventa que ha oficializado la censura, al grado de que si hablas mal de él acabas en la cárcel; dice que López Obrador le ordenó traicionar al PRI para pasarse al PRI.
Las ofensas proferidas ahí están y no pasa nada, no obstante que ha convertido la libertad de expresión en libertinaje, en lenguaje obsceno, grotesco, difamatorio.
Ha calificado al pueblo mexicano de ignorante en incontables ocasiones. Lo hizo en 2011, cuando dijo que solamente así se explica el voto que emitiría por Enrique Peña Nieto; dijo lo mismo con Andrés Manuel López Obrador en 2018 y su cantaleta siguió con Claudia Sheinbaum en 2024.
El papel de Ferriz de Con en la elección presidencial de 2018 fue vergonzoso, porque siendo aspirante independiente no pudo registrarse, porque de 890 mil votos que tenía que juntar, apenas logró 70 mil. Su fracaso le alcanzó para demeritar el triunfo de López Obrador y, ahora, pone en duda la victoria de Claudia Sheinbaum con 36 millones de votos.
¡Demencial, el tipo!
Añora el dinero que recibía del PRI de Salinas y Ernesto Zedillo; del PAN de FOX y Calderón, cuando se decía el periodista más influyente de México.
Nunca dijo que fungía como tal porque lo mantenían empresarios que le dictaban línea y se juntaba con la clase pudiente, hasta que sus excesos lo hicieron caer de la gracia.
Soñó con ser presidente y en unos cuantos días de campaña aceptó públicamente que era un desastre, percatándose que los mexicanos lo repudiaban igual que en la actualidad.
Se mudó a Estados Unidos por corrupto y corruptor, porque junto a un grupo de empresarios buscaban derrocar a López Obrador, en la misma medida que lo intentan con Claudia Sheinbaum.
POSDATA: Nada que ver el golpista, aprendiz de político, Pedro Ferriz de Con, con su papá Pedro Ferriz Santa Cruz.
Ni su hijo Pedro Ferriz Hijar lo aguantó.
Solamente lo soporta la pandilla de facinerosos que lidera Carlos Alazraky, junto con Javier Lozano Alarcón, Beatriz Pagés y compañía.
POSDATA 2: Urge la reapertura del hospital psiquiátrico “La Castañeda”. Es la realidad de Ferriz de Con.
