El grado académico de Doctorado desempeña un papel crucial en la atención a las necesidades sociales, pues contribuye directamente a la formación de líderes capaces de abordar los problemas contemporáneos desde un enfoque ético y eficiente. En este contexto, el Doctorado se convierte en un pilar esencial para la creación de políticas públicas que busquen mejorar la calidad de vida de la sociedad.
En este marco, el gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta, logró un significativo avance en su desarrollo profesional y personal al obtener, por unanimidad, el grado de Doctor en Administración Pública en el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP). Este destacado logro refleja su dedicación a la educación pública, dado que Armenta ha estudiado en instituciones educativas del estado de Puebla desde la educación básica hasta su maestría, en el IAP, consolidándose como un ejemplo de superación constante y compromiso con la formación continua.
Es importante subrayar que el INAP es una de las instituciones más prestigiosas de México en la formación de profesionales para el servicio público, por lo que la obtención de este doctorado resalta la calidad académica de Armenta. Su tesis, titulada “La Bioética Social en el Estado de Derecho para la Consolidación de un Modelo de Seguridad y Justicia: Estudio de Caso Puebla”, fue altamente reconocida por su carácter innovador y su relevancia para la mejora de las políticas públicas. Este trabajo fue evaluado por un jurado de expertos, entre los que destacan académicos como el Dr. Héctor Rafael Arámbula Quiñones, la Dra. Susana Libien Díaz González, el Dr. José Florencio Fernández Santillán y el director de tesis, Dr. José Rafael Martínez Puon, quienes alabaron su enfoque práctico y de gran interés social.
Este logro académico no solo reafirma el compromiso de Armenta con el servicio público, sino que también destaca su visión de un gobierno inclusivo y humanista, basado en principios de bioética social y en la protección de los derechos humanos. La obtención de este doctorado subraya el impacto transformador que puede tener la educación pública en el desarrollo personal y profesional, demostrando cómo un liderazgo basado en el conocimiento y en la justicia social puede aportar soluciones efectivas para los desafíos de la administración pública.