En el marco del Día Nacional de la Adopción de Niñas, Niños y Adolescentes, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de Puebla (SEDIF) reafirma su compromiso con el bienestar de la infancia, al celebrar nuevas uniones familiares que nacen desde el amor y la esperanza.
Gracias a un trabajo constante y humano, diversas niñas, niños y adolescentes en Puebla han encontrado ese hogar tan anhelado: un entorno lleno de cariño, estabilidad y nuevas oportunidades. Este avance representa la voluntad firme del Gobierno del Estado, liderado por el Gobernador Alejandro Armenta, de priorizar la infancia en las políticas públicas, bajo los valores del humanismo mexicano promovido por la presidenta Claudia Sheinbaum. Un enfoque que reconoce la dignidad de cada persona y el derecho a crecer dentro de una familia amorosa.
Ceci Arellano, Presidenta Honoraria del Patronato del SEDIF, destacó la importancia emocional de este proceso, al señalar que detrás de cada adopción hay una historia conmovedora. “No solo trabajamos con compromiso, también lo hacemos con el corazón. Presenciar el primer abrazo entre una niña o un niño y su nueva mamá o papá es ver, en tiempo real, el impacto de nuestra labor”, compartió.
El Director General del SEDIF, Juan Carlos Valdez Zayas, ha sido pieza clave en el impulso de los procedimientos de adopción, siempre con sensibilidad y claridad. Para él, abrir las puertas del hogar a quienes más lo necesitan es un acto de amor profundo. “Cada adopción es una nueva oportunidad, una nueva vida que comienza en un espacio de afecto y protección. Es un proceso regulado por la ley, claro está, pero también guiado por la convicción de que todos los niños merecen crecer en familia”, afirmó.
En Puebla, adoptar no solo implica cumplir con un proceso legal establecido en el código civil y la Ley de Adopciones. Es también un acto de transformación social, donde la familia se reafirma como el lugar donde nacen los lazos, la identidad y los sueños del mañana.
Este 9 de abril, el SEDIF continúa construyendo caminos que unen a niñas, niños y adolescentes con quienes están listos para brindarles amor y acompañamiento. Porque en cada historia de adopción, se confirma que el amor, cuando es auténtico, siempre encuentra el camino.